jueves, 16 de febrero de 2012

Tu y Yo... Y el Amor.

¿Por qué nos enamoramos? ¿Qué es enamorarse? ¿Estaré enamorado/a de verdad? Millones de mujeres y hombres se hacen estas preguntas cada día.
Con frecuencia después de un enamoramiento inicial, al tiempo sobreviene una decepción o un aburrimiento y muchas cosas más.
Tal vez encontremos una respuesta en estas palabras sobre en qué consiste el amor verdadero: sería la combinación de deseo, ternura y amistad.
Una pareja se une por la presencia de estos tres elementos y sus momentos de felicidad se deben al equilibrio de estos mecanismos psicológicos.
Cada uno de estos factores es una parte primordial de lo que conocemos como "Amor Verdadero".
El deseo es el enamoramiento, el amor pasional. Es el que te hace sentir "loco/a de amor"; es un amor que duele  y se relaciona con lo erótico y lo sexual. La amistad es compartir, preocuparse por el otro, estar juntos en buenas y malas situaciones. Y la ternura es lo grato, el mimo, la no violencia.
Esta fórmula parece ser bastante efectiva pero no fácil de lograr. Cuando algún elemento falta, el sentimiento es de decepción e insatisfacción.
Lo cierto es que a menudo las parejas se "enganchan" por alguno de estos elementos, generalmente el deseo, con ausencia de los otros dos y entonces cuando el deseo se evapora se termina la pareja.
El deseo es solo una activación hormonal, es decir que cuando tu cuerpo y mente ya se acostumbra a las hormonas de tu pareja ya la pasión como la sentiste al principio de la relación se evapora, y tu cuerpo busca nuevas hormonas para movilizar tu cuerpo, científicamente ese seria el amor.
El amor verdadero asegura la pasión, el afecto y la comprensión, y evita los celos y el control, por eso dura más tiempo y produce más placer.
Es el amor el que produce energía, dan deseos de luchar y de cambiar, además conforta en todo momento.
Para no equivocarse, lo ideal es ir tranquilo/a sin estar desesperado/a por encontrarlo y es ahí cuando entonces aparece. Y recuerda que cuando el amor aparece produce alegría y paz, si trae problemas y llantos no es amor de verdad, no confundamos caprichos por que solo nos gusta esa persona.
El amor puede ser de muchos colores y sabores, hay amores que matan y amores sosegados y dulces. En el amor caben muchas posibilidades y no siempre el amor es ciego. Amar es un esfuerzo al que hay que dedicar mucho tiempo, algunos les ha durado  toda una vida y otros se han quedado en el camino; nos han dado alegrías o nos han proporcionado tristezas. Pero, básicamente, existen algunos tipos de amor que se repiten entre las parejas.
Empédocles decía que el amor y el odio son las dos fuerzas metafísicas de la vida, causas de todo movimiento y de toda separación y unión. En el curso de la historia, el hombre ha experimentado diferentes aspectos y formas de amor, y les ha dado nombre. Con la palabra Eros, Platón designó el amor a la belleza.
Aristóteles llamó Filia al amor a los semejantes, a los pertenecientes al mismo grupo. Ágape, al contrario, es el amor cristiano incluso hacia lo que no es digno de ser amado. Ephithynia, era el factor de deseo en el amor sexual.
El instinto de amar no es una entelequia, no es una idea filantrópica, el deseo de amar es una necesidad del ser humano que satisface buena parte de sus expectativas en la vida y le integra en el mundo, dando expresión a sus cualidades más positivas. Amar es el acto más generoso, aunque pueda trasformarse, en algunas ocasiones, en el más egoísta de los sentimientos hacia el otro.
Cuando existe el amor entre dos personas se generan dos clases de sentimientos diferenciados, aunque el uno necesite del otro para ser completo. Al amar se satisface un ansia, un deseo de prodigar ternura y constituye una clase especial de realización. Ser amado sacia otra necesidad, el deseo individual de ser querido y apreciado.
Si amar constituye una clase especial de realización, ser amado es la recompensa que se le otorga. Estos dos sentimientos pueden existir independientemente, deben ser diferentes y es necesario diferenciarlos.
Amar significa anhelar a alguien, y la satisfacción de ser objeto de la ternura de otra persona tiene, sobre todo, el carácter de halago del yo y se relaciona con el sentimiento de la vanidad satisfecha., del orgullo complacido, aumenta la valoración de uno mismo.
El amor es una emoción  que se desarrolla a edad temprana. Cuando es positivo, constituye la base de los logros humanos y es el germen de la tolerancia, el autosacrificio, la amistad y muchas otras manifestaciones que pueden disfrutarse en las relaciones sociales.
Usado negativamente y cuando se dirige hacia uno mismo, se trasforma en vanidad, egocentrismo y orgullo; distorsionado se puede trasformar en odio y unido al miedo en celos.
Dentro de una relación de pareja no solo amar y ser amado es el alimento que proporciona satisfacción, también se busca la protección y la ayuda mutua, la confianza y la seguridad, sobre todo cuando ya se ha cumplido una edad madura en la que el sexo pasa a un segundo plano y se anhela, sobre todo, la estabilidad presente y futura.
Proximidad. El contacto mantenido entre dos personas de forma frecuente genera confianza, de tal manera que estos dos sujetos se encuentran más cómodos y llegan a predecir el comportamiento del contrario, además, la proximidad puede crear la atracción. Sin embargo, tiene que haber un sentimiento más fuerte para que esta relación llegue a ser armónica, ya que puede resultar el efecto contrario, que esta proximidad llegue a invadir la vida privada y la relación se convierta en irritante.
Apariencia física. Siempre resulta placentero observar lo que es bello y se tiende a pensar que cuando existe una envoltura bonita el interior también será igualmente bonito. La popularidad que va unida a las personas que son agraciadas físicamente, la seguridad que proporciona así como la autoconfianza, son elementos que atraen de forma importante a los demás.
Características personales. No tienen por qué ser las que realmente poseemos sino las que perciben los demás de nosotros. La generosidad, sentido del humor y el buen carácter son cualidades que procuran comodidad en las relaciones. La competencia, siempre y cuando sea moderada, es otra cualidad que la gente admira, pero el perfeccionismo se percibe con rechazo, porque recuerda a los demás sus propios defectos.
Similitud. Los miembros de una pareja tienden a tener características similares en cuanto a raza, cultura, edad, status, religión, educación, inteligencia, valores y actividades. Aunque es probable que, si satisfacen los requerimientos de uno y del otro, los contrarios se atraigan hasta cierto punto. Esto no sucede así cuando se trata de personas de baja autoestima, por el reforzamiento de las conductas propias en el otro.
Reciprocidad. Somos atraídos por las personas que atraemos y consideramos que con ello demuestran su “buen gusto y criterio”. Esta relación  revierte en los sujetos de baja autoestima, porque nunca lo consideran sincero.
Básicamente y podría estar varios años intentando descifrar como es el amor y como mantenerlo vivo para siempre, esto seria imposible, porque el amor muta, evoluciona día a día y es difícil analizarlo, mi consejo para todas estas palabras es que vivan como les caiga la vida porque nunca darán con lo que sueñan porque es mas que difícil controlar las hormonas del cuerpo y menos poder controlar el destino, así que a vivir y tomar lo que la vida nos entrega día a día.